3 oct 2011

Diálogo con la cuerpa (de la serie dialoguemos con ¡qué coño!)

Con las heridas de la última salida larga (perdón y perdón) todavía frescas en mi cuerpa, con la mente espesa como un yogur de cemento caducado por aquello del fin de semana laboral, con más miedo al maratón que al hombre del saco disfrazado de el coco, con un calor de suputamadre narices, con una introducción a todas luces demasiado larga: me eché esta mañana a correr.
Reloj que busca satélites y los encuentra (magia) y mozo que se echa al monte iniciando un curioso diálogo con su hermoso aunque rechoncho habitáculo corpóreo. Los protagonistas del diálogo fuimos el menda (desde ahora Mozo), el cuádriceps izquierdo (desde ahora elhijoputaldel Quad) y el corazón (en adelante Señor Patata).
El diálogo en cuestión respondió más a la tercera acepción que aparece en el RAE: "Discusión o trato en busca de avenencia". Y es que cuerpa y mozo necesitaban ayer avenencia para llegar a buen término sin enfados.Ya se sabe que un enfado, o riña, o disputa incluso con la cuerpa puede devenir en lesión y eso no interesa a un mes escaso del maratón (es mentarlo y me tiemblan las canillas).
La conversación se inició cuando el mozo tuvo a bien salir corriendo como si un aldeano le hubiera apretado una pedrá en el mismo culo y amenazara con otro certero cantazo. Es decir: muy rápido.
QUAD: Adiós tú, Bekele.
MOZO: ¿Perdón?
QUAD: Afloja.
MOZO: Si voy fetén.
QUAD: Afloja digo.
MOZO: Es que me viene mal, que tengo mucha ansia que quemar después del fin de semana trabajando.
QUAD: Tú mismo pero a este ritmo no llegamos a los árboles.
MOZO: Pues me dispongo a asaltar el monte aquel que en lontananza divisamos.
QUAD: ¿Dónde has dejado el coche?
MOZO: ¡Serás cabrón!
QUAD: Seré
Y el mozo aflojó. A ver si no.
De morros Mozo y Quad y con Señor Patata a su ritmo fueron pasando los kilómetros en incómodo silencio. Kilómetro tres y pico y todos juntos empiezan la subida a Alarcos. No tardó Quad en manifestarse.
QUAD: ¿Estás de cachondeo?
MOZO: No hombre. Si esto lo hemos hecho muchas veces, no te vengas abajo.
QUAD: Donde no me vengo es arriba. Concretamente no más arriba de los próximos diez metros.
MOZO: Venga, que nos viene bien un esfuerzo para hacernos cuenta de lo que nos espera el día 30.
QUAD: Mirá que eres cabezón.
SEÑOR PATATA: ¿Oigan?
MOZO: ¡La jodimos!
SEÑOR PATATA: ¡Que digo yo que a ver si os centráis en lo vuestro que yo voy regular ná más y me puedo empezar a cagar en vuestras putas madres vestidas de manchegas, peroya!.
(Quizá convenga advertir al lector menos versado en mi persona, que mi corazón funciona bien pero gasta una leche pelín agria y un vocabulario poco dado a lindezas y mucho a barbaridades. No pasaré un filtro censor sobre sus palabras porque estas cosas hay que publicarlas tal cual en honor a la verdad).
QUAD: No si yo ya voy calentando...
MOZO: Arfg!
SEÑOR PATATA: Así mucho mejor.Y ahora, calladitos y para arriba.
Y llegamos la triple entente cordiale en calzonas de correr a lo más alto del cerro como si fueramos la Dora y el mono.
Como quien no quiere la cosa nos lanzamos a la bajada.
SEÑOR PATATA: ¿Mejor?
QUAD: Dónde va a parar.
MOZO: Arfg!
Desde ahí todo fue mucho mejor. Quad se engrasó y pasó a no molestar, Mozo le dio la vuelta al reloj para olvidarse de ritmos y centrarse en sensaciones y Señor Patata recuperó su trantrán.
Vuelta a subir por la carretera de Piedrabuena hacia el Puente viejo de Alarcos y de regreso a Poblete.
MOZO: Ha sentado bien el calentón ¿verdad?
QUAD: Bastante.
SEÑOR PATATA (para sí): Qué habré hecho yo para tener que aguantar a estos dos taraos. (Ya para los demás) ¡Tontacos!
MOZO: ¿Nos damos cañita?
QUAD: ¡Enga!
SEÑOR PATATA: ¿Sabeis lo que duele un infarto? Pandilla de desustanciaos, par de imbéciles... Su puta madre que se han puesto a correr, ¿serán zumbaos? Pero este cuerpoescombro quién coño se cree que es. No si al final me va a dar un perrendengue y por aquí no hay desfibriladores. Me van a tener que reanimar las putas ovejas esas de ahí que míralas que tranquilicas pastando a su puta bola y no como el cabrón éste que me trae a mal traer. ¿Se le habrá olvidao el pollo en el horno al gilipollas? Porque hay que ser gilipollas porque los hornos de ahora tienen una alarma que te lo para él solo. Ya me lo decía mi madre: "te ha tocado un deportista, qué pena más gorda, con la de informáticos que hay por ahí que no se menean de la silla... Mi niño que me lo van a desgraciar...".
MOZO: Que ya hemos llegao, no seas llorón.
QUAD: Pues yo estoy nuevo.
MOZO: Eso me lo dices mañana, listo.
SEÑOR PATATA: Si no sois tan cabrones, lo que pasa es que me enciendo y no conozco, coño. 
Al final las buenas sensaciones llevaron al trío "lalala" a apretarse 11 kilómetros con su subida a Alarcos incluída en 58 minutos. Que no está mal.

2 comentarios:

Santi Palillo dijo...

Al señor Patata habría que lavarle el ventrículo izquierdo después de correr, ja, ja.

La subida a Alarcos... creo que hay una carrera popular que la sube ¿no?,

CorriendoporelCampo dijo...

Hay una en bici que se celebró hace bien poco y en la que un enajenado echó clavos en el suelo en plena bajada y la pudo liar gorda. Está en estudio (en mi celebro) hacer una carrera con final en el celebérrimo cerro.