La mayoría de las veces, tras un buen rato de carrera, uno queda satisfecho.
La distancia. El tiempo. La sensaciones. Comprobar que tu cuerpo responde. El paisaje...
Esta vez, se juntó todo eso y los amigos.
Teníamos ganas de que vinieran con nosotros para corretear un rato de la forma que solemos hacerlo, por el campo, sin mayores pretensiones.
Es cierto que ellos no están acostumbrados, que cuando les da por correr lo hacen por asfalto, aceras, parques o, como mucho, una vía verde infectada de gente, bicicletas, paseantes y paseantas, sin cuestas, sin piedras, sin ramas, sin más.
Queríamos mostrarles el campo corriendo por él
Por eso quedamos en La Atalaya, para hacer una salida corta en varios bucles asequibles para todos. Carrerismo campestre a demanda. Subir, bajar, resoplar, tropezar, gruñir, reir... por sendas que solo se ven si te llevan, por caminos cercanos y, a la vez, desconocidos . Todo en pequeñas dosis. No queríamos sufrimiento, sino disfrute. Del barato, pero del bueno.
Carlos gruñó, pero sacaba pecho en las subidas.
Antonio cayó, pero seguía siendo el más elegante.
Santi aguantó regulando, sin darse cuenta de que le estaba picando el gusanillo de CxC.
Tori tuvo que llegar para animar el cotarro al final (en bici y para las cañas). Tori en estado puro.
Luis, Jorge y yo corrimos como siempre, pero más contentos por hacerlo con amigos.
Y, para finalizar, llegó Carloja para hidratarnos con unas rondas de cerveza de la terraza Hierbabuena, contribuyendo a que nos quedara un mejor sabor de boca...
Habrá que repetirlo con el Líder y con algún otro que últimamente se hace el remolón ...
5 comentarios:
Cayeron en el lado oscuro!!! :D
Alguno cayó incluso en el barro.
Un honor que tú caigas por aquí, Commedia! Saludos!
Si está claro que donde estén las corridas por el campo(with forgiveness)que se quiten las de asfalto y similares.
Saludos.
Aunque parece que fuera la primera vez que ibamos a correr por la Atalaya...No es cierto, de hecho Quique y yo ya hemos coincidido en mas de una ocasión por esos caminos(si no los mimos..., parecidos), por lo que el problema de la caida no fue el "bautismo" en el campo, sino, tal vez, la torpeza de correr tan temprano... En cualquier caso, la experiencia merece la pena, y como dice Quique, más si es entre Amigos. Nos vemos por los caminos..., o por lo bares
Daniel, sin duda el campo es otra cosa para la cosas del correr (c.p.)
Antonio, lo importante es que nos veamos más a menudo, con independencia de que sea por el campo o por los bares.
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