25 jun 2015

El circo de fenómenos de CxC, de nuevo en el GTP (tocinetas off road, the revenge)

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El filósofo de cabecera de CxC es, ya lo saben ustedes, Marck Ajoufer.

Es uno de los pocos filósofos que aúna el platonismo matemático con el empirocriticismo sin renunciar al hilozoísmo trascendental a medio camino entre el pesimismo y otras cosas más profundas aún. Y todo eso sin salir del sanatorio mental de Albuquerque (Nuevo México) donde vivió desde su más tierna infancia hasta otras edades menos tiernas, tal es su magnitud como ente pensante. [Párrafo patrocinado por Manu García Ortíz] 

En una de las pocas ocasiones en las que concedió una entrevista, para la Revista de Filosofía Moral y Política, el entrevistador quiso saber la postura del entrevistando acerca de los corredores de ultratrail, sobre si sus carreras eran una metáfora de la vida, sobre el sufrir sin tino con el mero objetivo de seguir avanzando, sobre la psique de esos atletas.
“Esos hijos de puta están locos”, dijo. Y se quedó tan ancho.

Y ahí nos tienes, amable lector, de nuevo ante una de esas carreras que hasta el bueno de Ajoufer tildaría de “soberana locura”.

CxC, como club de insensatos que es, tiene a bien involucrar a sus huestes en pruebas atléticas desproporcionadas, como sutil metáfora de sus propias cuerpas.

En esta ocasión el circo de fenómenos se traslada a Madrid, a la sierra aquella que tantas alegrías nos ha dado y tantas ampollas (con perdón) y rozauras nos ha proporcionado.

La cita es con el Gran Trail de Peñalara. No es por fardar pero la cosa consiste en ensilarse para la cuerpa 115 kilómetros con 10.200 metros de desnivel acumulado. Solo los titanes, los elegidos, las bestias pardas del trail y los mochuelos descerebrados de CxC se enfrentan a semejante barbaridad con la idea de, sí amigos, “divertirse”.

Los tres miembros (cp) originales más el puto jipster, la peluquera, el filósofo jebi y la madamme Souflé nos veremos las caras con la distancia más larga (cp) mientras que el señor de los chorizos, el lidl y dos aledaños al club (Pelu y el Tocino) se enfrentarán a la carrera de chupetines (60 kilómetros que se les van a quedar en un diente).

Tenemos una estrategia muy estudiada, macerada en horas de diálogos intensos y sesudos. Vamos a empezar a movernos (12.30 horas del sábado, 27 de junio del año del señor de 2015) y no vamos a parar hasta que lleguemos. Es tan fácil como suena.

De las cervezas y productos cárnicos que nos tomaremos en los días siguientes para volver a nuestro ser ya hablaremos más adelante.

3 comentarios:

Manu dijo...

¡Cabronidos! ¿Cómo osáis burlarse del hilozoísmo trascendental pesimista empirocriticista platónico de Ajoufer? Ya no hay respeto ni ná.

Anónimo dijo...

Esto es así como que hay dios. Lo terminaremos porque algo tenemos que hacer. Sin lamentos ni alharacas.

Unknown dijo...

Manu el poco respeto que había nos lo comimos el lunes