9 mar 2012
Ponga un runner, o dos, en su mesa
Nos metimos un kilo de carne entre los tres. Y muchas risas. Sin pan ni nada. Para cenar. Y algo de queso también. Y no habíamos quedado para cenar, no. Y pescadito frito. Habíamos quedado para correr. Y corrimos, claro. Luego cenamos. Y cerveza.
Estábamos en la cocina de la residencia Ureña-Ramos, donde los sueños se untan en aceite ecológico del bueno y se toman las decisiones importantes para la familia.
Luis, Quique y servidor de ustedes haciamos el paripé de estiramientos que tantas alegrías nos dan y tantas lesiones nos evitan. Mejor un paripé de estiramientos que no hacer nada.
Un rato antes, atontado por las endorfinas, con el subidón del carrerista nocturno, se me ocurrió prometerles una cerveza para celebrar que mi rodilla parece estar volviendo a su ser.
En mitad del pseudoestiramiento Luis recordó la promesa y como uno es facilón sacó las tres mahous más ricas del mundo. Pero al señor presidente aquello, sin acompañamiento sólido le daba coseja y me aconsejó que sacara un trozo de queso quizá. ¡Cuarto de queso curadito ecológico Fuentillezjos se partió el presidente en 15 segundos! Nos estuvo rico.
Entonces llegó mi señora y dijo que qué era aquello, que cómo tenía así a mis amigos. Y yo dije que qué amigos, si eran los del club. Y ella que venga hombre no seas animal y sácales algo de comer. Y Quique con esa cara de cabrón que pone cuando no está de juicio. Y mi santa que me amenaza con dormir al raso si no saco la chicha. Y yo negándome a sacar el kilaco largo de presa ecológica de la nevera, que iba a ser para mí y para mis niños. Y Luis que empieza a salivar y a poner los cuadriceps en tensión como un velociraptor. Y mi contraria que me mira así de soslayo y ahí acabaron de caer mis defensas. Esa mirada no la resiste nadie. A Chuck Norris me gustaría a mi ver en tal situación.
Saqué el cuchillo de desventrar gorrones y en vez de impartir justicia impartí unos filetitos rositas que de inmediato se tostaron con un prometedor cruscrus en la sartén ecológica de hierro colado.
Nos la tuvimos que comer, claro.
Habrá que irse a casa a cenar, espetó alguno de los cabrones estos que se hacen llamar compañeros de club, porque amigos, amigos...
Otra vez a paseo el cuchillo y a la sartén. Esta vez aproveché para echar un chorreón de vinagre al final.
Nos lo comimos también.
Como entre tanda y tanda nos aburríamos nos comimos las sobras de la cena de los niños y nos tomamos alguna que otra cerveza hasta que me vi obligado a echar a los dos carreristas para salvaguardar la economía familiar. Eso sí, se llevaron por delante un buen trozo de chocolate negro con almendracas.
Amiguitos, nunca, nunca, abrais las puertas de vuestra nevera a desconocidos. A los conocidos no los dejeis ni entrar en casa. Al menos no después de correr 11 kilómetros en la oscuridad de la noche porque la historia debería haber empezado por ahí y terminado con UNA cervecita en casa.
Hora y pico antes los tres echamos al correr por el monte bajo la luz de la luna llena. Quique y yo con nuestros frontales full equip, Luis con una cosa de leer que le deslumbraba la cara y no llegaba a dar luz alguna al suelo. Además le dio dolor de cabeza. O al menos dolor en una parte de la cabeza.
Corrimos una horita, subimos Alarcos a oscuras, sin frontales ni nada. Nos dimos un tute considerable. Las sensaciones de correr de noche por el monte con frontal son especiales. Sin frontal, innenarrables. La rodilla, gracias a Manitú, bien, mejorando. Esperemos llegar en condiciones a la cosa esa de Peñalara.
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3 comentarios:
Un kiiiilo??? Pues a mí me pareció mucho menos. Y pescaito, naaaa... Y queso, un cuarterón! Menos mal que Marisol había dejado cena hecha... Si no, tengo que llamar a tele-pizza o no pegar ojo en toda la noche por ese ensordecedor ruido de tripas típico del estómago vacío
Quique
Hay una cosa que veo que lleváis bien enfocada. No hay la más mínima señal de pavor por afrontar el tp60 del Peñalara. Con semejantes sesiones, aunque estéis a una semana y con los deberes sin hacer, os veo manteniendo reuniones técnicas como esa alrededor de morteruelo, atascaburras y gazpachos varios.
Vais a triunfar.
SPJ (pastor de descarriaos)
Había oído hablar de las tapas de la tierra pero no pensé que serían tan así :-) y por 11 kms de ná. Habrá que veros después de una tirada larga... acabáis con el Mercadona.
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