15 abr 2013

II Trail Batalla de Alarcos (Hoko edition)

¿Por qué uno se lanza de buena mañana a correr al campo a ensilarse 25, 30, 48 o 10 kilómetros? ¿Por qué no? Cabría preguntarse.

¿Es Iván Palero una personalidad tan arrolladora, un atractivo tal que hace con solo pedirlo que 50 cuerpas se echen al monte a penar? Lo siento, Iván, pero no. El tipo es majo, tiene su gracia y sabe de la cosa del correr... y del campo... y de correr por el campo también, empero es también calvorota, un poco jode-jode y no tan guapo como puede parecer con según qué gorras de esas que él se pone. ¿Suficiente como para penar por el monte durante horas? ¡Enga coño! ¡Un CxC no pena gratuítamente ni por toda la cerveza de la cuenca del Rin de Suiza a Francia pasando, sí, por Alemania!

Ha de haber algo más, pues. Lo hay y no dudeis, amiguitos, que el día que lo descubra seréis los primeros en enteraros. 

Sí, el campo está que cruje de agua, verde y flores, pero eso con un caminar tranquilico con los churumbeles también se ve. 

“¡Oiga que vienen muchos amigos!”. Cierto es, y a los karaokes de los viernes en el Vergel también y no voy allí a dejarme las cuernas corriendo. 
“Se  pone usted en forma con lo de correr”. No es menos cierto, pero puede hacerse en menor medida con resultados igual de apetecibles, que no vi yo el sábado por esos montes Brad Pits ni Angelinas Jolies dando cabriolas por entre los arroyuelos. 
“¡Es usted un imbécil, señor escribiente!” Y usted que lo vea, pero no hay argumentario suficiente que justifique porque el menda se ensiló 48 kilómetros (¡48 oigan!) de manera tan gratuita.

Sin embargo estoy feliz. Mi cuerpo me regaló una segunda edición del Trail Batalla de Alarcos llena de grandes sensaciones que se multiplicaron, ahora sí, por el buen rollaco que llevabamos todos, el campo -¡que hay que ver comostálcampo!-, el Iván Palero y su generoso esfuerzo y todo lo demás.

“¡Menuda introducción larga y tediosa”, podría pensar el lector más criticón. “Vayase usted al bloj del Luis Arribas en busca de buena literatura y risas o al de Ser13gio para aprender de cosas del correr”, diría yo en tal caso. Ni que obligara yo a leerse estas cosas a nadie, bastante tengo yo con el Quique ahí tol día “venga payo escríbete algo que se nos van los lectores al Marca y al Interviu”. ¡Que se vayan -coño ya- que no se qué hacer con el dinero que saco con la publicidad!
Perdón. No volverá a pasar. ¡O sí, qué coño!

En fin que el pasado sábado nos reunimos los CxC casi en pleno (hay por ahí un par de ellos más perros que un trillo de cien años) para asistir a la segunda edición del Trail Batalla de Alarcos, mamá del circuito piratón de Trail de Ciudad Real.

Llegamos floridos y hermosos al lugar de la cita. El ex gran Quique que no es ni la mitad de lo que era, el gallego indómito con olor y hasta forma de ducados, el ¡Oh lidl! que está hecho un brazo de mar aunque de mar pequeño tipo mar de mármara, el presidente, Luin, con esos cuádriceps que le robó a un atleta de verdad y servidor de ustedes, el nieto de la Orosia.

Aquello parecía una convención de Hoko. ¡La virgen qué cantidad de ropas trénicas de la tal marca! A unos les quedan mejor que a otros, es verdad pero funcionar funcionan fenomenalmente.

Brifin del tito Iván subido en un bando y a darle a las canillas. Subida a Alarcos por detrás (con perdón), bajada hacia el puente, Via Pecuaria y ya todo para arriba hasta lo más alto de la laguna de la Posadilla. Aquí los comentarios sobre el aspecto del campo eran generosos y merecidos.

De ahí a seguir subiendo hacia el volcán de Peñarroya. Subida durilla y bajada preciosa hasta la laguna homónima. Bueno homónima y superlativa porque no hubo manera de no meter los pieses en el agua. Otra subida breve y la bajada más bonita hacia el puente de las ovejas.

Aquí hubo dos sucesos dignos de mención. Para empezar un fulano se nos declaró como fans. De la emoción y la perplejidad casi me como un chaparro de un trompicón. Qué risión de situación. ¿Pues no va el payo y dice que es un honor correr con los Corriendo por el Campo? Como somos buena gente le dimos el teléfono de nuestro siquiatra de cabecera. Mu majo el mozalbete, mal de la cabeza, pero majo.

El otro suceso fue una inoportuna lesión del amigo Manu que había venido nada menos que desde la capital, desde los madriles, ¡aquí, a correr con los del pueblo! Mu majo también pero tuvo que poner pies en alto como los toreros. Sus restos los repatriaron a la zona de ensile y parece ser que se fue contento al fin y al cabo. ¡Viva el Trail Metal!

Entre unas cosas y otras llegamos al primer avituallamiento móvil que se viene meneando según tenga a bien el tito Iván en poner su coche acá o alla. Si no me comí cuarto de kilo de chuminolas no me comí ninguna. ¡Cosa más rica por Belenos!

Aquí la carrera se rompió. Se quedaron los medio chalaos, los que “sólo” hicieron 25 kilómetros y seguimos para adelante los héroes, los llamados a rellenar las páginas más gloriosas de la historia de la cosa de correr por el campo, los elegidos, los que anteponemos la voluntad férrea al cansancio, en fin, los tipos duros de cuerpas esculturales. Bueno y los de CxC también. Del del club de fans nada más se supo.

Regreso a Poblete por un camino pelín cansinero y con solano hasta que Iván nos volvió a sorprender con una variante en la ruta que hizo el regreso menos fatal. Yo seguía sintiéndome de puta madre fenomenalmente, pero Quique iba practicando el zombi arrastrando una pata por un problema del tobillo de la otra, cosas de la cuerpa que se changan hasta en un deportista de élite como él. Nos puso cara de irospalanteososcrujo y nos fuimos. 

El chacho Miguel y yo, ahí, chino chano, a nuestro ritmico, despacico hasta el kilómetro 38. Otra vez avituallamiento móvil y otro cuarto kilo de chuminolas pal coleto. Iván -que andaba espantando rapaces de las cuerpas de dos corredores que dijeron basta- nos dice que el recorrido oficial nos lleva de nuevo hasta lo alto de Alarcos. Cruce de miradas y el Miguel y yo que decidimos que tomar el camino más sencillo es de mierdas secas y demás calaña. A por Alarcos, con dos cojones. Yo seguía bien (serían las chuminolas) y Miguel también, asi que cuestón de Alarcos parriba, señora que baja en coche, para y nos da la tarjeta de su siquiatra (?) y Alarcos pabajo por detrás (ya saben) para enfilar la última subida y llanear hasta Poblete y llegar entre los aplausos de los amiguetes al sitio de encuentro. 48 kilómetros para mis patas y las de Miguel (gran jornada, amigo) y algunos menos para Quique y Luis que en el 38 tomaron el camino menos puteante fastidioso. Luis si quiere luego que cuente lo suyo con dos tipos de dimensiones hercúleas. El Oh lidl se quedó en el 25 haciendo gala de nuevo de un carácter suave que nos tiene preocupados y el Gallego indómito clavose otros 25 y otros tantos ducados después.

Del ensile de las horas y los días posteriores no digo nada que me da la risión.

Un placer.

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5 comentarios:

MODERHIPS dijo...

Lo dicho, un placer correr con vosotros!! y también con todos los demás. Me quedé en el 25. A ver si el año que viene hago alguno más.

Un fan de CxC. Nos vemos en la Infernal-caballero.

Un saludo.

Daniel dijo...

Parece ser que pasasteis una bonita, deportiva y divertida mañana, me alegro. No teneis algunas fotitos para ver el catálogo de Hoko?
Saludos

Canillas dijo...

“…y darle a las canillas.”

Qué he hecho yo para que me den?????

JE,JE, un gran placer compartir quilómetros (ese Uros) en grata compañía, espectaculares vistas y precioso recorrido, con sus cuestecillllas, bajaditas, senderitos, barro, agua,….Vamos, lo que querías te tenía preparado el majete de Ivan. Le salió un día perfecto.

Un sorpresón encontrarme con Quique y compañía, a ver si coincidimos en otras.

Saludetes,
Pedro

CorriendoporelCampo dijo...

Raúl, el placer fue mutuo, pero créenos cuando te decimos que deberías consultar con tu psiquiatra lo de ser fan nuestro
Daniel, lo pasamos en grande. Luego colgamos unas fotillos para regocijo de las mentes más enfermas
Pedro (Canillas), siempre dándote (con perdón) y tú, ahí, aguantando. Te decimos lo mismo que a Raúl, el placer fue nuestro.

Quique CxC dijo...

Pedro, para mí sí que fue una placer y una sorpresa encontrarme con todos vosotros.
Poder echar un rato de charla agradable mientras corres por el campo con gente así esto todo un placer. Además, causasteis sensación gracias a Pie Rojo y sus "five fingers" y, por si fuera poco, pudimos comprobar, entre otras cosas, que SANTI PALILLO existe realmente y se rodea de buenos colegas. Cualquier día os sorprendemos y nos presentamos en la Casa de Campos para echar unos trotes con vosotros y, sobre todo, para poder luego degustar una de esas comilonas post-entreno que os marcáis.
Sin duda nos encontraremos por esos campos y volveremos a disfrutar de ellos con vosotros. Un abrazo fuerte.
Quique