6 may 2013

"I MINEROS´TRAIL" 28-04-2013



El 28 de abril nos plantamos en Cabezarrubias del Puerto (Ciudad Real), en pleno Valle de Alcudia y Sierra Madrona, para recorrer los 23 km de la MINEROS'TRAIL. Acudíamos Luis (el Presi) y yo en representación de CxC. Los demás estaban o más perros que un trillo o haciendo como que trabajaban.

No habíamos estado nunca por la zona a pesar de que ABILIO DAIMIEL (alma mater de la carrera) nos había invitado a reconocer el terreno unas semanas antes. Así que, nada más abandonar Puertollano, Luis y yo comenzamos a referir nuestra frase preferida en estas ocasiones: “¡Cómo está el campo!”.

En el desvío hacia Hinojosas el paisaje se volvía espectacular. La carretera comenzaba a ascender dejándonos ver más abajo, a nuestra izquierda, un precioso verde salpicado de encinas. - ¡Luis, coño, estate atento a la carretera que nos hostiamos!

Caía agua-nieve. En la In-Fernán, solo una semana antes, un sol de justicia y ahora un frío de pelotas. Nada más salir del coche nos dimos cuenta de que la temperatura era aún más baja de la que esperábamos. Además, el viento tampoco ayudaba en exceso a mantener la temperatura corporal que, siendo de las dimensiones que gastamos, se escapaba a raudales (¿Raudales? ¿Einnn? ¡Qué cursi!). La gente calentaba con guantes y gorro, cortavientos, chubasqueros, plumas… Aquello parecía pleno invierno.

Con esto del “Circuito Trail Pirata de Ciudad Real” que hemos parido entre unos pocos estamos consiguiendo que un buen grupo de amantes del correteo por el campo de la zona nos conozcamos para compartir afición y, si se tercia, una cervezas, unas viandas y unos chascarrillos variados. ¿Qué sería del deporte sin humor?

Parecía que estábamos en casa. A cada paso un amiguete: Toty, Iván Palero (Cabesc), Miguel Ángel, Guti, Iván Manzano, Miguel Casado, Javi, Valentín, Raúl (Sindiosniamo), el otro Raúl, los chicos y chicas de Fondistas de Miguelturra (Miguel, Ana, Carmen…), Moi, Carlos (el "alacrán")... Incluso Félix (Arte-Casa) se animó, por fin, con esto del trail. En definitiva, un montón de gente maja. Además, también vimos a muchos conocidos “asfalteros” que probarían por primera vez esto de correr por el campo.  

Pronto vimos a Abilio, acelerado por los nervios de los instantes antes de la carrera. Nadie sabe lo que hay que “liar” para organizar algo así hasta que no se “mete en harina”. Trazar recorrido, balizar, organizar voluntarios, avituallamientos, recabar apoyo logístico, económico, instituciones… Estaba que no estaba, hablaba y no te miraba, te miraba y no te veía. Estaba conectado al 100% para que, al final, mereciera la pena todo el esfuerzo.

Recogimos dorsales y bolsa del corredor, nos tomamos un cafelito calentito, visitamos a ROCA y volvimos al coche para terminar de vestirnos de “armaos”.

Con puntualidad alemana (joder, también son puntuales los alemanes, qué angustia…), a las 10:00 empezábamos a darle a las canillas. La carrera salió lanzada, encabezada por un chaval de Granada que, al parecer, había dormido en el pueblo la noche de antes “amagao como una liebre” – en palabras de un cabezarrubense – en una furgoneta de las pequeñas.

Pronto salíamos del pueblo en dirección a Hinojosas pisando asfalto durante un kilómetro, lo justo para calentar antes de encarar una pista de subida de unos tres kilómetros que hacía que te olvidaras del frío en un pis-pas. Después, senderito precioso de casi otros dos kilómetros hasta llegar al primer avituallamiento líquido de la carrera  (el Puerto de los Mineros).

El ritmo en general seguía siendo vivo. Qué manía tienen los del asfalto de no parar a andar en las subidas y de beberse el agua en marcha. ¡Qué prisas!

Luego sendero muy técnico de bajada pronunciada que requería algo de experiencia, fuerza en los cuádriceps, concentración y mucha vista. El agua se había llevado -literalmente- la mitad del sendero, haciéndose una especie de zanja de medio metro de ancha y medio metro de profunda, dejando unas veces a un lado, otras al otro y en ocasiones a ambos, el espacio suficiente para apoyar el pie. Había que bajar bailando de un lado a otro o dejando la zanja en medio. En aquel momento Miguel Ángel y Guti iban a mi lado. Se me ocurrió decir que yo iría bajando despacio porque no me fiaba aún de que mi tobillo izquierdo estuviera recuperado y fuerte. Miguel dijo que él tampoco iría rápido, su tobillo estaba hinchado y no quería arriesgar. ¡Menos mal! Empezó a bajar como si le persiguiera la Guardia Civil. A los 10 segundos dejé de verlo. Bajó como una exhalación, como un obús, como… Bueno, muy deprisa. Guti igual. Tardé un ratejo en volver a cogerlos.
La próxima vez o me estiro o me pongo un wonder-bra (foto: Eladio)
Pa mí que estos dos serán CxC muy pronto (foto: Eladio)
Luego supimos que más de uno se “vertió” en la bajada y vio de cerca el suelo. Yo, finalmente, no noté molestias y empezaba a encontrarme cada vez mejor.

Después de casi dos kilómetros bajando, volvía la tranquilidad en la Dehesa Boyal de Puertollano, con suaves toboganes que hacían que las piernas se relajasen y la vista pudiera contemplar el bosque de pino que nos rodeaba. A veces subías, a veces bajabas… Y en mitad un avituallamiento líquido y sólido. Agua, isotónica, barritas, fruta. Yo comí y bebí de todo en pequeñas dosis. Mientras, veía a gente pasar que casi no paraba. Ya los cogería después...
Luis y Raúl por la Dehesa Boyal de Puertollano, como dos cabrillas
(foto: Joaquín Bautista) 
Y después, otra subidita, no muy pronunciada y una bajada muy disfrutona que te permitía mirar al frente y a los lados para comprobar la belleza de la zona. El olor era impresionante, la flor de la jara empezaba a verse, salpicando el verde de blanco y amarillo. ¡Qué maravilla!

Ya en el kilómetro catorce y pico, de repente, la última subida gorda del día, Puerto Sufrido (que si no tienes bastante con el nombrecito, te dicen que su sobrenombre es “el mortirolo”, que no está mal). Sin embargo, tampoco es para tanto. A pesar de que tiene desniveles de hasta el 27%, simplemente hay que subirla andando, a ritmo, pim-pam, pasito a pasito y en un rato estás coronando el puerto (los buenos la suben trotando sin despeinarse, claro). Además, yo iba pensando en el último avituallamiento -esta vez líquido- que me haría llegar al pueblo en óptimas condiciones de hidratación.
Ahí tenéis al muchacho de Graná, subiendo al trote "el mortirolo" (foto: Eladio)
Pronto había que desviarse de la pista hacía la derecha para entrar en un precioso sendero (no había forma de perderse con tanto voluntario) con tramos de hierba que te llegaban al pecho y con el espacio justo para poner un pie detrás del otro. ¡Alucinante! 

En aquel tramo fui solo, sin nadie detrás ni delante. Simplemente iba disfrutando porque me encontraba fresco, sin frío ni calor, sin tener los músculos cargados. Solo iba pensando en lo bien que lo estaba pasando, lo bonito que era el lugar. También me acordé de Jorge, de Ramón, de Juan Carlos… Se estaban perdiendo una carrera preciosa. Cuando me di cuenta estaba otra vez en una pista. Vi a gente por delante, pero esta vez sabía que mi ritmo era más rápido que el suyo, que podría pasarles y, al pensar eso, me di cuenta de que nunca me había preocupado adelantar. Claro, lo mismo da terminar el octavo que el décimo por la cola…

Ahora pasaba por debajo de un puente y poco después el sendero se convertía en pista para llevarte de regreso al pueblo. Cada vez más deprisa, cada vez más suelto…
Este puente se pasa por arriba y por abajo (foto: Joaquín Bautista)
Solo quedaba una subidilla. Cuando crees que todo es bajada, que el pueblo está ahí abajo, la pendiente se acumula, bajas aún más y, lógicamente, aparece una pequeña subida para alcanzar de nuevo la cota de la plaza del pueblo, lugar donde termina la carrera. En otras ocasiones ese pequeño escollo (una subida al final, una vueltecita más, un cambio de dirección justo antes de llegar a la meta que ya estás viendo) me hubiera contrariado. Sin embargo, esta vez, al llegar tan fresco, no me importó. Ya estaba allí. Había bastante gente en la plaza.

23 km. Más de 700 m de desnivel positivo. 2 horas, 22 minutos y sensaciones inmejorables ¡De lujo!

Después me enteré que el primero fue el muchacho de Granada que durmió en la furgoneta y que terminó en 1:47 horas. También acabaron de lujo Luis Miguel Naranjo (3º) en menos de 1:50, Miguel Casado (6º) e Iván Manzano (7º) en 1:50 horas.  ¡Joder, menudos máquinas!. Y yo que creía que había ido fetén… Bueno, qué coño, fui fetén para mi nivel.

Pensé que tendría que esperar un buen rato a que llegara Luis, pero el también hizo una buena carrera. Cuando me di cuenta estaba allí, con Raúl, entrando en 2:36 horas. Si este hombre entrenara al menos un par de días en semana… Lo mismo ganábamos dinerete con él…

Al llegar nos esperaba otro avituallamiento líquido y sólido para recuperar fuerzas.
Plátano, naranja, pan con aceite, bebidas... (foto: Eladio)
Duchita en el pabellón del pueblo y a la plaza otra vez. Aprovechamos y nos tomamos una cañita en uno de sus bares que, al final, resultó ser de un colega abogado (Juan José Martín Municio). Después era la entrega de trofeos. Esta vez no eran copas, ni mandangas de esas que nadie pone en su casa, salvo que se llame Aramís Fuster o Paco Porras. Los trofeos eran mineros de goma-espuma. Y, además, las chicas de Fondistas de Miguelturra se llevaban algunos de ellos en la general femenina y en su categoría.
Tres sonrientes zagalas con sus trofeos
(Carmen -centro- y Ana -derecha- son chicas "fondistas" de Miguelturra
y amigas de CxC) (foto: Joaquín Bautista)
También sortearon regalos (prendas deportivas) y a Miguel le tocó un cortavientos muy apañao que nos dio envidia a todos.
Miguel tan contento agraciado por el sorteo de regalos (foto: Joaquín Bautista)
Y de ahí, a un salón del pueblo a comer migas. Iba a ser en la plaza del pueblo, pero los organizadores -atentos y rápidos- decidieron trasladarlo para que no pasásemos frío. 100 panes picaron para las migas. No iban a faltar...
Sartencita individual (foto: Joaquín Bautista)
Cadena de montaje de los platos de migas (foto: Joaquín Bautista)
Llegamos de los primeros (a esto no nos gana nadie) y pronto teníamos en nuestra manos un plato con colmo de migas con su chorizo, su hígado, sus torreznos, su pimiento… Y cerveza a cholón. Sin tino. Recuperamos hidratos y proteínas en un santiamén. Y empezaron las conversaciones con los amiguetes y que si otra cervecita, otro chascarrillo, otra cervecita. Y otro amiguete y otra cervecita…
Nos delata el color de la nariz
No sabría calcular, pero allí comió todo el que quiso, hubiera corrido o no. ¿300 personas? ¿400? Nos dio tiempo a conocer incluso a Luis Miguel Naranjo, uno de los crack de la zona en cuanto a carrerismo se refiere, miembro del equipo de Puertollano que formó parte de los Quijotes Transalpinos, finisher de numerosas pruebas de maratones, ultra-distancia (entre ellos Sables), campeón regional del media maratón, subcampeón regional de maratón, premio al mérito deportivo de Castilla-La Mancha… Y, encima, el tío va y nos dice: "Hombre, vosotros sois los de CorriendoporelCampo, ya tenía yo ganas de conoceros." Fue todo un placer para nosotros, porque, además, parece un tipo simpático, con sentido del humor, sencillo y humilde. ¿A que lo hacemos de CxC?

Bueno, a lo que iba, que siendo fieles al más puro estilo CxC, sin darnos cuenta, sin esforzarnos siquiera, pudimos comprobar cómo en un momento determinado ya no quedaba nadie en el salón. Se habían ido todos. Bueno, solo quedaban los de la organización y los de CxC. Y aún así nos dio tiempo a tomarnos otras cuatro o cinco cervecitas más y a hacernos fotos.
Con Municio, el "abogao".
Con Abilio

Con la sartén
Con la escoba
No es que no tuviéramos prisa, no es que nos diera igual la hora que era, es que no os podéis imaginar lo que disfrutamos viendo la cara de satisfacción de Abilio y del resto de gente que había trabajado en la carrera.

Y ya sabéis lo de la exaltación de la amistad y tal… Nos decían: “los de CxC sois los más grandes” (y es verdad que tenemos un tamaño considerable y que pesamos lo nuestro) “¡Cómo se nota que no ha venido el periodista! ¡Cinco barriles de cerveza que han sobrado!” (en ese momento yo también eché en falta a Jorge y me puse un poco nervioso creyendo que tendríamos que bebernos todo aquello… Hubiéramos tenido que “hacer noche”). “Los de CxC no se pueden ir de aquí sin tomarse un cubata” (¿y cómo les vas a decir que no?). Al final tuvimos que volver al bar de Juanjo Municio “el abogao” y entregarnos.

La verdad es que lo pasamos en grande, con gente grande en un día grande para el pueblo, para el Club La Petaca, para el deporte, para todos.

Desde aquí queremos daros las gracias a todos los que participasteis de un modo u otro en la organización de la carrera y, en especial, a Abilio por habernos hecho pasar un día de los que se recuerdan mucho tiempo. Todo fue perfecto: el antes, el durante y el después.

Coño, que salimos encantados del pueblo, con una sonrisa en los labios, algún kilito de más en la zona del abdomen y una invitación para participar en el mes de julio en la carrera popular que organiza el CLUB LA PETACA para recorrer poco más de 6 km por el pueblo y en la que, después, se hinchan de comer y de beber (al parecer creen que es muy de nuestro estilo y que podemos hacer un buen papel en ella).

¡Hasta julio entonces!

5 comentarios:

spanjaard dijo...

Os han calao. Evidentemente, en una carrera donde hay que comer y beber hasta estrumpir HARÉIS un buen papel.

Míralos, qué majicos, los CXCicos.

SPANJAARD

Daniel dijo...

Os veo cada vez mas en forma y en lo de correr también os veo muy bien.
Bonita carrera. Deesde luego, las que se organizan en petit comité son las mejores.
Sds

Anónimo dijo...

¡Atentos amigos a cómo se me han puesto los muslos de fuertes! Luis CxC.

MODERHIPS dijo...

Esto del circuito pirata de trail
están siendo una experiencia, además de una fuente de motivación. Muchas gracias!!!

Anónimo dijo...

Buenas, Soy Juan Municio permitirme colarme en vuestro rinconcito para agradeceros vuestra asistencia a la pasada I Edición de la Mineros Trail celebrada en Cabezarrubias.Que deciros que no sepais ya, pues que Cabezarrubias entera esta enormemente agradecida de vuestra asistencia, de vuestra participación y sobre todo de vuestra participación en las tareas de limpieza como queda demostrado con las fotografias.... Hicisteis en buen papel a nivel deportivo pero os superasteis en la "carrera de después", sois unos máquinas. Esperamos ver a mas miembros/as de CxC en las próximas pruebas. y por supuesto estais invitados a la Carrera Popular que se celebrará el próximo Julio en esta localidad, os aseguro que es menos dura en lo deportivo, aunque un poquito "mas técnica" en el refrigerio posterior, ya sabeis... refrescos y bebidas isotónicas por doquier, y mucha fruta para reponer.... Aunque si nos confirmais asistencia haremos una excepción y pondremos algo más acorde a la filosofía de CxC.Bueno que vengais que cerveza y todos los productos de nuestro venerado animal iberico más gracioso "el cochino" no faltarán. Mil gracias Luis y Quique por todo. Nos vemos en Cabezarrubias en Julio. Si hay que invitaros a un cafelillo contad con el tambien en el bar..Quique la crónica es fenomenal. Enhorabuena chicos. Un abrazo.