Hoy (03/09/2011) hemos participado en el "V Raid Deportivo Villa de Miguelturra", una prueba organizada por el Club SADEN y el Ayuntamiento de Miguelturra a través del Patronato Municipal de Deportes. Además, cuenta con la colaboración de Entrevolcanes, empresa de turismo activo de Castilla La- Mancha, y la asociación Peralvillo Aldea Ecológica. Según indicaba la organización, el objetivo de este raid "no es hacer de él una prueba de alto nivel nacional o que puntúe para el campeonato de España, simplemente se trata de iniciar a todas aquellas personas que lo deseen a probar otro tipo de deportes y ante todo, que disfruten en una competición única realizada en el paraje Natural de Peralvillo". El objetivo lo han conseguido con creces. Nosotros hemos disfrutado de lo lindo.
Había que realizar cuatro pruebas:
1. TIRO CON ARCO: lanzamiento de 3 flechas, que descontaban tiempo del total conseguido, según se acertaba en los anillos de la diana. De fuera al centro, se descuentan de 5 en 5 segundos, hasta llegar al centro que vale 1 minuto.
2. PIRAGÜISMO: Recorrido de unos 100 metros (ir hasta una boya, rodearla y volver), iniciándose el control del tiempo desde que empezabas a remar en la piragua.
3. MONTAIN BIKE: Recorrido por circuito balizado de unos 10 kilómetros aproximadamente.
4. CARRERA A PIE: Recorrido de unos 5 kilómetros hasta la meta.
La prueba empezaba a las 10 de la mañana, pero había que estar a las 9 para recoger dorsales, recibir instrucciones, colocar la bicicleta en boxes...
A las 9 en punto estábamos cruzando el puente de Peralvillo. Ya estaban algunos y otros iban llegando. Y empezamos a ver bicicletas... y menudas bicicletas. Mal empezábamos. La diferencia con las nuestras era notable. De hecho la mía tenía el transportín que uso para fijar la sillita de Paula. Era como ir en turismo al campeonato de Fórmula 1. Pero no importaba, el objetivo de la prueba era otro.
Al recoger nuestros dorsales, Luis se mosqueó al saber que su categoría no era la de adultos, sino la de vetaranos y, en un acto de locura extrema, comenzó a preguntar a las muchachas de la organización qué edad tenía él, como ellas tuvieran que saberlo o como si las fuera a "pillar" en un "renuncio" que hiciese rebajar su categoría. Jorge, con sentido común, le dijo que sería mejor "pelearse" con los mayores que con los jóvenes. Luis le miró, cogió su dorsal y se fue refunfuñando sin saber qué edad tenía en realidad.
Empezamos a ver que los veteranos, con independencia de que tuvieran pinta de más o menos rápidos que nosotros, parecían tipos majos a primera vista. Algunos de ellos eran ya conocidos, como Manolo Viso, un tipo amante del deporte (anterior Concejal de Deportes de Miguelturra) y con un gran sentido del humor.
Comenzaba la prueba a las 10 de la mañana, y empezábamos a tirar con el ARCO. Yo era el primero de nosotros tres. Metí las tres, pero solo dos de ellas estaban dentro de la diana (con puntuación). Luis tiraba después. Clavó solo dos. Jorge, por último, perdió las tres flechas (¡un fenómeno! ¡un indio!).
Después la PIRAGUA, con un viento racheado que nos hizo pensar que había que empezar por un lado, rodear la boya y volver con ayuda del viento y las olas, las cuales a punto estuvieron de tirarnos. Sin embargo, la cosa era divertida, sobre todo cuando ponías nuevamente los pies en la tierra sin mojarte.
Luego la BICICLETA. Como no estamos acostubrados, empezamos como si nos fuera la vida en ello y, en realidad, lo que se nos iba eran las fuerzas, poniéndose los cuádriceps como piedras. Yo creía que me estallaban. No había recorrido ni un kilómetro cuando empecé a ver a Luis por detrás, cada vez más cerca. No solo me alcanzó, sino que me pasó, sin que yo pudiera hacer nada. Subidas jodidas para nosotros, peligrosas bajadas con mucha piedra... Casi le cojo en la última, pero no fui capaz. Me sentía cada vez mejor y, cuando estaba más suelto, terminaban los diez kilómetros. Luis empezaba a CORRER por delante (ya iba con mejor tiempo que yo). Solté la bice y traté de ir lo más deprisa posible. Sin embargo, lo que llaman "transición" es una faena y, por mucho que quieras darle a las canillas, éstas no responden. Se me ocurrió mirar hacia atrás y vi a Jorge. ¡¡¡Cagonlaputadeoros!!! No solo me había pasado Luis, sino que me iba a alcanzar Jorge. ¡Ni de coña!. Llegué a la baliza que había para dar la vuelta corriendo y empecé a encontrarme mejor, notaba las piernas mucho más sueltas, podía correr más rápido. En ese momento, cuando yo volvía, Jorge se cruzaba conmigo, sin que se le ocurriese decir otra cosa que "¿qué pasa? ¿has pinchado?". Solo emití un gruñido y empecé a aumentar el ritmo. Conseguí superar a Luis. Cuando le pasaba me decía el muy cabrón: "no sé cómo puedes hacer esto con esa cuerpa que tienes". Ni le contesté. Yo solo pensaba en llegar el primero, tal y como había salido (así evitaba cachondeos varios). Miré el reloj. Iba a un ritmo de cuatro minutos y medio el kilómetro. Así terminaba, con buenas sensaciones, con fuerza y pensando que de haber durado más habría sido mejor para nosotros. Al poco tiempo llegaba Luis y muy poco después, Jorge. Después reconocimos que, como somos unos "picaos" nos fuimos ayudando, aun sin saberlo, a correr más rápido el último tramo. Tanto, que Jorge terminó TERCERO DE LA CATEGORÍA DE VETERANOS, obteniendo el segundo trofeo en dos semanas para el Club.
Un exitazo, sobre todo porque lo pasamos en grande.
Jorge recogiendo el trofeo de manos de un protector civil. |
Ahí tenéis al par de dos, que parecen recién casados... |
Celebrándolo en la intimidad |
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