Consultamos plano en el hotel y vemos que lo más cercano es el Parque del Oeste. Así que allí que nos fuimos a darle a las canillas como almas perseguidas por el diablo (y por el viento, que también nos acompañó durante todo el tiempo)
Parece mentira lo que cuesta empezar a correr por la Capital. Hasta que llegamos al parque y desde el parque al hotel tuvimos que sortear gentes, semáforos, vehículos y policías locales como si, en vez de correr, estuviesemos participando en el Gran Prix.
A la salida del Hotel Conde-Duque dispuesto a echar el resto por Madrid |
1 comentario:
Joer, visto así el recorrido, hasta parece que nos hicimos la San Silvestre vallecana!!!! Qué profesionales!!!
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