Sí, amigos del misterio, hemos pillado a un asiduo carrerista entrenando en secreto. Cómo se da tamaña atrocidad, tal bajeza, cosa tan vil y maligna en pleno siglo XXI es cosa que aterra y sorprende, pero el fenómeno se sigue dando. Esta vez un conocido nuestro ha caído en las garras del maligno y se ha lanzado a realizar entrenamientos por su cuenta, de manera subrepticia, sin avisar, y lo que es más vituperable, el miserable lo hizo de madrugada. Mal. Caca.
Para evitar que el populacho, indignado, se tome la justicia por su mano y le arrime la somanta de palos que se merece al autor de semejante indignidad mantendremos su nombre en el anonimato. Jamás diremos que ha sido el Inconmensurable Vargas.
¿Qué será lo próximo? ¿Dejar la cerveza? ¿Ponerse a plan? ¿Ir a un gimnasio? ¿Pedir una ensalada en el McDonals? No sigo que me enciendo.
2 comentarios:
Habría que ponerle un microchip con gps, que éste es muuuu largo...
Supongo que te referirás a dos ánimas cuyas luces se ven por las lomas de Poblete las noches sin luna. Me ha comentado un pastor de la zona, que ha pedido varias de sus queridas reses al ver estos espectros, que deben ser dos mineros que fallecieron hace años en lo que ahora denomina alguno Cantera de Horcisa.
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